Argentina vive uno de sus mejores momentos. La Albiceleste se presentará al Mundial con esperanza de lograr la tercera corona en el certamen, además de la primera desde la que consiguieron en México 1986, con Diego Armando Maradona.
Porque sí: para el Mundial de Qatar, la selección de Argentina llega como una de las favoritas para el campeonato, gracias a un proyecto sólido por parte de Lionel Scaloni, quien supo armar un plantel competitivo y lo hizo encajar de tal forma que se notó un cambio relevante con respecto al último ciclo mundialista.
La mejor casa en Perú
BETSSON
Recibe una apuesta gratuita
o apuesta cero riesgo de S/40
Adiós a la Messidependencia
A diferencia de otros años, ya no parece que Messi es el único que hace algo porque la selección brille. El arco es defendido por Emiliano “el Dibu” Martínez, quien se ha hecho con la titularidad y silenció las críticas por no jugar en la Superliga Argentina, dado que emigró al fútbol de Inglaterra cuando tenía solo 16 años. Hoy incluso es candidato al Guante de Oro.
En la defensa, destacan Cristian “Cuti” Romero y Nicolás Otamendi, con capacidad de marcar con contundencia y ofrecer salida rápida. En las laterales, tienen a Nahuel Molina y Santiago Montiel por derecha y Nicolás Tagliafico y Marcos Acuña por la izquierda.
El mediocampo es la clara evidencia de que no todo es Messi en Argentina. La madurez de jóvenes elementos se ha vuelto fundamental y el mediocampista Rodrigo de Paul es uno de ellos, al ser el complemento perfecto del 10 argentino, un hábil asistidor, gran manejo de balón, un buen toque a distancia y con capacidad notable en los balones largos, convirtiéndose en un motor para el equipo y una insignia en la era de Lionel Scaloni como entrenador.
Y a Argentina no le falta gol, ya que promedian casi dos goles por partido. Messi es el principal referente, con 23 tantos, seguido por Lautaro Martínez, con 20 tantos. Sus 43 en conjunto son casi la mitad de los 90 que ha anotado Argentina como Scaloni como su timonel.
La elección del técnico
Pero para conseguir todo eso, Argentina vivió antes su propio infierno. Jorge Sampaoli fracasó tratar de hacer un equipo competitivo, pero sobre todo, unido. Su relación con los futbolistas era fatal, por lo que se buscó una solución: Lionel Scaloni, el responsable de ganar con Argentina el torneo COTIF Sub-20 en La Alcudia, España.
Entró como interino, pero se hizo con el puesto. Silenció las críticas por su falta de experiencia, al solo formar parte del cuerpo técnico de Sampaoli en Sevilla 2018 y en Argentina para Rusia 2018, ambos como ayudante.
Llegó el duro golpe en el momento idóneo
El primer reto de Scaloni fue la Copa América de 2019 en Brasil. Con una Albiceleste en reconstrucción, Messi continuó como el referente de la selección, pero también comenzó la limpia de aquellos veteranos que habían llegado a las finales de la Copa América 2015 y 2016, así como la del Mundial de 2014.
Solo se le ganó Qatar, que participó en calidad de invitado, además de perder ante Colombia y empatar frente a Paraguay. Todo pareció mejorar en cuartos de final, al ganarle a Venezuela, pero perder ante Brasil en semifinales. Aún con la derrota, Argentina dio muestras de que podían pelearle a cualquiera. Incluso el tercer lugar conseguido ante Chile pareció un mejor resultado al esperado.
Un proyecto con forma y el triunfo que alivió a Messi
Para sus siguientes partidos, Scaloni moldeó más a la selección de acuerdo con sus fundamentos y estrategias. A México se le goleó 4-0, se empató 2-2 con Alemania y también se le ganó a Brasil por la mínima, con lo que se ratificó al entrenador.
Después de un año sin actividad por la contingencia sanitaria, Argentina regresó a las canchas en las eliminatorias mundialistas, las cuales comenzaron con dos triunfos y cuatro empates.
A Qatar caminado y en gran racha
Todo el camino de Argentina desde entonces ha sido dorado. Retomándose las eliminatorias, Argentina conservó su invicto y aseguró su pase al Mundial con 39 puntos, producto de 11 triunfos y seis empates, además de que le ganaron a Italia en la Finalissima, que enfrentó a los campeones de la Copa América y la Eurocopa. Con ese triunfo, Scaloni superó la marca de 31 partidos sin conocer la derrota con Argentina, anteriormente de Alfio Basile.
Es por esto mismo que son de los favoritos para ser campeones, detrás solo de Brasil en los pronósticos de futbol. Pero el factor del invicto le puede jugar una carta sorpresa a los gauchos.
Hoy, Argentina piensa en lograr su tercer Mundial ganado, pero primero tendrá que hacerle frente a Arabia Saudita, México y Polonia en la fase de grupos. Todo está listo para ver si la Albiceleste hace valer sus claves y demostrar que el favoritismo no es casualidad.
